El trabajo específico del Maestro Masón en Cámara del Medio
consiste en pulir su piedra bruta?.
Yo, creo que no.
Si creo, que como eternos aprendices, debemos seguir puliendo nuestra
piedra bruta, pero que no es esa la tarea específica y el motivo por el que
estamos en esta cámara. Creo que no podemos, buscar nuestra comodidad y seguir
trabajando como aprendices en el grado de Maestro cambiando simplemente los
temas a tratar. Es decir aprender solamente las nuevas palabras, los nuevos
signos, toques o leyendas y tratarlas como hacíamos en los otros grados.
Todos conocemos las
herramientas del Aprendiz y es probable que recordemos las del Compañero, pero
nos cuenta identificar rápidamente las del Maestro y su utilidad. ¿Será porque
estamos poco habituados a utilizarlas?
Sabemos que las
Herramientas del Aprendiz son herramientas
de acción. El Aprendiz debe ceñirse estrictamente a las medidas de la
Regla de 24 pulgadas y ha de trabajar con su mazo en pulir su piedra bruta.
Mientras que las Herramientas
del Compañero como el Cincel, el Compás y la Palanca son herramientas de prueba o control.
Las Herramientas del
Maestro son el Lapiz, el Corredil y el Compás. Son herramientas de diseño. No
sirven para desbastar la piedra bruta. Yo no he
visto nunca a nadie desbastar una piedra con un lápiz o con un corredil. Es
obvio entonces que si la Masonería da estas nuevas herramientas, nos exige que
las empleemos en otras tareas.
Veamos para que sirven estas nuevas
herramientas.
·
El Corredil nos indica la línea recta y sin desviaciones y simboliza la
recta conducta que debemos seguir. La cuerda que determina
el margen que tiene el Maestro para orientar la línea límite de la edificación - o simbólicamente el conjunto de sus derechos y obligaciones
·
El Lápiz nos recuerda que nuestras palabras y acciones quedan grabadas y
debemos cuidar de ellas y lo que hagamos y digamos. En otras palabras, debemos ser discretos;
·
y el Compás, es el regulador, con el que se nos fija los límites del bien y
el mal y se fomenta la práctica del bien y las virtudes.
Obviamente mantenemos
las herramientas anteriores y vemos como de Grado a Grado se mantiene un
vínculo operativo y un avance en la habilidad del Masón: el Cincel es común al
Aprendiz y al Compañero y el Compás es una de las Herramientas tanto del
Compañero como del Maestro.
Mientras que tanto el
Aprendiz como el Compañero están limitados en sus trabajos ya que deben ajustarse
exactamente a los planos e instrucciones que se le han dado, el Maestro Mason
goza de plena libertad y sin límites siempre y cuando se realicen en armonía.
Por lo que sus herramientas son esencialmente flexibles y brindan un amplio margen
para ejercitar la iniciativa y la imaginación. Con la CUERDA Y EL COMPAS, traza
tanto líneas rectas como curvas, así como con el LAPIZ podrá trazar los planos
de su propia vida y hacer de ella una pieza útil en la sociedad en que vive
El Compas es un instrumento de dos puntas, una de las cuales se fija
en el centro para describir una circunferencia con la otra. Es libre en cuanto
a la distancia entre las puntas se puede ajustar a lo que el maestro desee,
pero una vez determinada esta distancia, es tan rígido y fijo como cualquier
otro instrumento de precisión. La usamos para medir la longitud de una recta,
tanto como para trazar una curva o círculo. Nos proporciona un débil reflejo de
la facultad de la percepción directa de la verdad, la que es una perfecta síntesis
de las demás facultades.
El Lápiz es un instrumento que tiene un centro de grafito cuya punta
le permite tirar las líneas de los trazados y los planos. Estos toman la
dirección que les da el Maestro, representa la apoteosis de la libertad, puesto
que con él puede crear cuantos proyectos quiera. Su único cuidado es que su
dibujo esté en armonía con las leyes de la mecánica, para que su estructura sea
fuerte, estable, proporcionada y bella.
El Corredil es un instrumento que gira sobre sobre un eje del que se
va desenrollando un hilo. Extendido éste, permite al albañil trazar una línea
recta marcando el terreno para la fundación de la estructura prevista. Tiene además
la posibilidad de trazar círculos y adaptarse a los diferentes niveles del
terreno, como los diferentes criterios de los hermanos. Por lo que significa
que el Maestro, analiza y razona antes de tomar una decisión. Representa la línea
recta de la virtud.
Pero estas nuevas
herramientas sirven para otros propósitos, que son las tareas propias del
Maestro.
¿Cuáles
son estos propósitos? y ¿Dónde están escritos?
Es necesario que sepamos
cual es el papel que estamos llamados a desempeñar en la Cadena de Unión. Pues,
no todos tenemos las mismas obligaciones y responsabilidades dentro de la
Logia.
Sin duda, estas
obligaciones deben estar escritas en el ritual de Exaltación y no debe ser otra
que tomar como ejemplo a la leyenda del Maestro Hiram Abif.
El Maestro Hirám era un
artista, un arquitecto, un fundidor de metales, que graba, que dibuja; un
hombre de inteligencia y habilidad que sabe hacer las cosas; es en una palabra,
el hombre que se hizo cargo de la responsabilidad de realizar la obra más
importante de su tiempo.
Hirám, lejos de ser
víctima de ningún odio, es la representación simbólica de la ciencia, de la
virtud y el amor fraternal, y sus tres asesinos, la significación de los tres
vicios principales que corrompen al hombre: la ambición, la ignorancia y la hipocresía.
Hiram es, en suma, el Maestro modelo. Entonces nuestra tarea es la de imitarlo:
Enseñar al
ignorante, abatir al ambicioso, y desenmascarar al hipócrita.
De este trabajo depende
la conservación de la Orden y la garantía del secreto en la Cámara de los
Maestros. Por último no debemos olvidar jamás que en la Cámara del Medio la
plancha de trazar está dispuesta para toda clase de trabajos. Pero
fundamentalmente debemos trabajar en Cámara de Maestros dentro de las Logias en
las que fuimos exaltados, y no lo estamos haciendo. Por el contrario, los
Maestros utilizan las herramientas de diseño en las Logias Simbólicas y van a
trabajar en las Logias de Perfección los temas de Maestros, y allí vuelven a ser
aprendices, a trabajar su piedra bruta y estar guiados en los trabajos que
deben burilar según el grado.
El Grado de Maestro es
el más alto grado que un Masón puede alcanzar. Todo lo demás es un adorno, que
es muy bueno, pero es un adorno. Nuestra tarea es la de trabajar como Maestros
diseñando una utopía hacia dónde dirigirnos. No lo estamos haciendo. Seguimos
como eternos aprendices, sumando grados, buscando que nos revelen alguna vez
los Augustos Misterios. Siento informarles que no los hay. El secreto estaba en
el camino. Hagámonos cargo de una vez por todas de que somos Maestros.