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El Ojo de la
providencia, también llamado Ojo que todo lo ve, Panóptico o Delta luminoso, es
(según Wikipedia) un símbolo interpretado como la vigilancia y providencia de
Dios sobre la humanidad. Hoy en día simboliza el control y la dominación de la élite
que dirige el planeta, pero su uso original tenía otros significados como vamos
a ver.
Se encuentra
relacionado con el «Ojo de Horus» del antiguo Egipto. Sin embargo, se
diferencia de él porque se encuentra inscripto dentro de un triángulo con uno
de sus tres vértices hacia arriba y con la mirada hacia abajo, como símbolo de
«omnipresencia».
El símbolo ha sido
usado tanto dentro de contextos religiosos, como mágicos y forma parte del
simbolismo masónico donde es conocido como "Delta luminoso", por su
semejanza a la letra griega Delta, el cual es representación del Gran
Arquitecto del Universo. En muchas ocasiones tiene inscrito el tetragrama
hebrero o solamente su primera letra hebrea "yod" que puede
considerarse en este caso como una abreviatura de él. La yod es considerada
como el elemento primero a partir del cual se forman todas las letras del
alfabeto hebreo, es también la letra inicial del Nombre de Jehová y si bien
está representado por un pequeño punto suspendido, simbólicamente alberga al
infinito.
Dependiendo del rito
masónico, el Delta Luminoso se ubica en la parte superior y central en el oriente
del templo masónico, entre el sol y la luna. Su ubicación en el oriente, refuerza
su símbolo luminoso, solar y de alta sacralidad.
Resulta de aquí que
el ojo contenido en el triángulo no debería estar representado en forma de un ojo
ordinario, derecho o izquierdo, puesto que en realidad el sol y la luna corresponden
respectivamente al ojo derecho e izquierdo del “Hombre Universal” en cuanto éste
es idéntico al “macrocosmos”. Para que el simbolismo sea enteramente correcto, ese
ojo debe ser el ojo “central”, es decir, un “tercer ojo”, cuya semejanza con el
yod es más notable todavía; y en efecto, ese “tercer ojo” es el que “lo ve todo”.
El triángulo recto (o
sea, con un vértice superior) se refiere propiamente al Principio. Por otra parte,
si se considera ese reflejo, más particularmente, en el ser humano, debe notarse
que la forma del triángulo invertido no es sino el esquema geométrico del corazón;
el ojo que está en su centro es entonces, propiamente, el “ojo del corazón”, con
todas las significaciones que implica.
El simbolismo durante
mucho tiempo ha sido utilizado por la humanidad, como un símbolo de la divina
providencia, representando la verdad espiritual y el despertar.
VIDEO PARTE 1
El uso del Ojo que Todo lo Ve en las culturas antiguas
India
El dios hindú Shiva
tiene tres ojos. El tercer ojo o chacra de la frente se conoce como el ojo de
Shiva, poseedor de todo el conocimiento, que cuando se abre destruye todo lo
que ve. Por lo tanto, es un símbolo del conocimiento que destruye el mal y la
ignorancia.
Representación de Shiva con su Tercer Ojo
Esto se puede
comparar a un despertar de la parte más espiritual de una persona, que mirando
hacia adentro, ve la verdad de las cosas y puede luego eliminar dentro de la
psique de otra, aquello que es opuesto y se manifieste más. De esta manera se
trata de una “destrucción creativa” del mal para transformarla en una
conciencia superior.
“Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia
adentro, despierta”
Carl Jung
Budismo: El ojo
que todo lo ve de Buda
En el budismo a Buda se
le conoce como el Ojo del Mundo. Es típico que los templos en Nepal muestren un
gráfico de los “Ojos de Buda” como se muestra arriba – nota que incluye una
marca para el “tercer ojo” también. Los ojos también son conocidos como los
ojos de la sabiduría y la compasión. Estatuas de Buda suelen mostrar un punto
en la mitad de la frente para representar el tercer ojo.
El chakra frontal o
tercer ojo se localiza a la altura del entrecejo, en la glándula pineal. Y
puede activarse con el mantra OM. Es el chakra de los sentidos, y es
responsable por la energía de la parte superior de la cabeza, (encima de la
nariz), parte craneal, ojos y oídos. Representa la intuición.
En la doctrina del Kundalini
Yoga, se lo denomina el SEXTO CHAKRA, donde se asienta la percepción consciente
del Ser y la fuerza psíquica. Kundalini, en sánscrito, significa “serpiente”, y
es una figura utilizada para representar el flujo de energía presente en el cuerpo
humano. El kundalini es la energía pránica o vital, que se encuentra en la base
de la médula espinal.
La energía kundalini puede
ser estimulada para elevar la conciencia a través del sistema natural de
chakras (“rueda” en sánscrito), una alineación de siete centros vibratorios y rotatorios
del cuerpo. Los niveles energéticos de los chakra se corresponden con el espectro
de luz y sonido, cada uno con una frecuencia y un color propios.
A este proceso de estimulación
de la conciencia se lo denomina “despertar del TERCER OJO”. Se dice que este despertar
induce al desarrollo de la intuición, al aumento del autoconocimiento, y a desencadenar
nuestro potencial creativo. Para esto, la energía Kundalini debe llamada a
ascender hasta el SEXTO CHAKRA, donde activa al TERCER OJO.
La representación de este
proceso de “iluminación” o “despertar” consiste en una imagen del cuerpo humano
con dos serpientes entrelazadas ascendiendo por la columna vertebral hasta el punto
del Tercer Ojo, y por encima de este, el chakra de la corona, el punto a alcanzar
en la iluminación, simbolizado con dos alas desplegadas.
La imagen de la serpiente
alada nos remite directamente a la idea de la Serpiente Emplumada “Quetzalcóatl”,
el dios creador para las culturas mesoamericanas. La serpiente alada es asimismo
la síntesis de los elementos de la corona egipcia con la cobra Uadyet y el buitre
Nejbet.
El despertar del TERCER OJO
significaría entonces trascender lo físico y mundano, para adentrarse en el mundo
espiritual, balanceando la dualidad (energías opuestas) inherente a todo cuerpo
humano. Este conocimiento y ecualización de los pares opuestos es la clave de todas
las escuelas esotéricas.
Este proceso es representado
esotéricamente por el símbolo del Caduceo de Hermes, una evidente síntesis de la
representación de la energía Kundalini fluyendo por la columna vertebral: dos serpientes
trenzadas que ascienden por la vara.
En este sentido, el secreto
de la antigua religión universal consistiría en equilibrar la dualidad implícita
de nuestro ser para despertar el TERCER OJO, y así vislumbrar el potencial de cada
uno alcanzando una visión interna y un conocimiento intuitivo.
Antiguo Egipto: El
Ojo de Osiris
El jeroglífico del Dios
‘Osiris’ contiene un ojo como se muestra arriba. Al igual que en el hinduismo y
el budismo, nos encontramos con una deidad espiritual que en la antigüedad fue
representada como un ojo.
Ojo de Horus
El Ojo de Horus o Udyat
"el que está completo", fue un símbolo de características mágicas,
protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, el
estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad cósmico-estatal. El ojo
izquierdo de Horus se decía que era la luna y su ojo derecho el sol.
Horus (Dios del antiguo
Egipto representante del bien), hijo del dios Osiris (representante del aire y
de la tierra) y la diosa Isis, nacido en secreto para protegerlo y evitarle una
muerte en manos de Set del hermano de su hermano de su padre quien lo asesinó para
evitar que tuviese más descendencia y poder tomar el trono real.
Horus era hijo de Osiris,
el dios que fue asesinado por su propio hermano Set. Horus mantuvo una serie de
encarnizados combates contra Set, para vengar a su padre. En el transcurso de
estas luchas los contendientes sufrieron múltiples heridas y algunas pérdidas
vitales, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus. Pero, gracias a la
intervención de Tot, el ojo de Horus fue sustituido por el Udyat, para que el
dios pudiera recuperar la vista. Este ojo era especial y tenía cualidades
mágicas. Se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó
para devolver la vida a Osiris.
Horus era un dios sol con
cabeza de halcón y se podría decir que su ojo fue diseñado como el de un halcón
teniendo su marca debajo.
También es muy
interesante observar que el dibujo del Ojo de Horus coincide con la sección
transversal del cerebro medio, donde se encuentra la glándula pineal, de la que
se dice a menudo que es el “tercer ojo” y un centro de espiritualidad.
Es como si el ojo de
Horus fuera una representación del tálamo. Si esto es lo que estaban dibujando.
¿Consideraban el cerebro medio como el foco de la conciencia”?.
Hay que recordar que uno
de los más grandes secretos de la ciencia esotérica de la humanidad yace en una
serie de técnicas que permiten “abrir” o “activar” el tercer ojo, lo que
significa también ver a través del ojo de dios y encarnar la divinidad
inherente en cada ser humano.
Los místicos afirman que
estas glándulas, además de su función material son las encargadas de percibir
las vibraciones externas que reciben los ojos y cuya frecuencia no es visible.
La ciencia conoce ya que un complejo sistema nervioso une los ojos con estas
dos glándulas.
VIDEO PARTE 2
Oriente Medio/Asia
– Hamsa
En el Medio Oriente el
ojo que todo lo ve se ha conocido en la forma de un símbolo de una mano con un
ojo llamada como Hamsa, o Hamesh.
Es el símbolo de un ojo
en la palma de una mano, normalmente la mano derecha. De nuevo, es un símbolo de
protección contra el mal de ojo (la mala suerte provocada por los celos de los
demás) y el peligro en general y puede verse como un amuleto de la buena suerte
en ese sentido.
También se conoce como la
mano de Fátima en el Islam y la mano de Miriam en el judaísmo. En la India se
conoce como la mano Hamsa. Los Jainistas también tienen una forma de la Hamsa
en su simbolismo con la palabra ahimsa (que significa no violencia) dentro una
rueda en el lugar donde debería estar el ojo.
La Hamsa se ha utilizado
durante miles de años y todavía está en uso hoy en día como amuletos,
talismanes o adornos de pared. Parece tener sus orígenes en la antigua
Mesopotamia con la mano de Ishtar siendo un símbolo de la protección divina a
pesar de que no contenía el ojo en la palma.
Antiguo Ecuador
También está el
sorprendente descubrimiento de 1984 en La Maná, en el centro de Ecuador, de un
antiguo artefacto conocido como la Pirámide Negra, que está hecha de piedra
negra con un ojo en el ápice. La piedra que tiene incrustaciones de oro la
forman 13 niveles de “ladrillos” y un ojo en la parte superior. Estas
incrustaciones brillan cuando están bajo la luz negra. En general se ve como
una representación de la gran pirámide de Giza (a 12022 km. de distancia) y
también increíblemente parecido al símbolo de la pirámide con el ojo que se
utiliza en el gran sello y en el billete de 1 dólar de EE.UU.
Pirámide Negra con la Cobra Real
No se sabe cuán antiguos
son estos objetos ya que datarlos no ha sido posible, pero se piensa que son
anteriores a las culturas antiguas conocidas de la región.
El Ojo Turco y el
Mal de Ojo
El mal de ojo es una
creencia popular, según la cual, una persona tiene la capacidad de producir
daño, desgracias, enfermedades a otra sólo con mirarla. A la persona afectada
se dice que está ojeada o le echaron mal de ojo. Este mal puede producirse voluntaria o
involuntariamente. Cuando una persona envidia y mira a otra persona, la energía
protectora que envuelve a cada uno de nosotros genera una apertura por donde
entra el juicio, que cae sobre la persona mirada. Como no siempre estamos
atentos, hay talismanes que absorben esa energía. Dice la leyenda que el Ojo
Turco se sacrifica por su dueño y se rompe cuando absorbe esa energía.
Los síntomas producidos
en la victima son, dolor de espalda, cansancio, agotamiento, bostezo. Afecta a
adultos y niños. Algunos bebes dejan de alimentarse y vomitan. Siendo estos
últimos los más afectados por este mal ya que son los más débiles. Se pueden
ver dañados los negocios, el trabajo y las relaciones personales.
Los Ciclopes
En la naturaleza, no hay
criaturas con un solo ojo. Nacemos con 2. Así podemos medir las distancias,
según el ángulo en que se encuentra un objeto. Con un solo ojo no podemos medir
ángulos.
Los animales que tienen
los dos ojos en los costados de la cara son generalmente vegetarianos y pueden
ver con más amplitud el entorno, para detectar si son atacados y así poder huir
rápidamente o esconderse (vacas, caballos, conejos, palomas, gallinas…). Los
animales que tienen los dos ojos al frente son generalmente carnívoros (leones,
tigres, zorros, águilas, humanos…). Pueden medir ángulos y así calcular las
distancias para atacar a sus presas.
En la mitología griega, los
cíclopes eran gigantes con un solo ojo en mitad de la frente. Eran fuertes, tercos
y de emotividad abrupta. Los primeros cíclopes
eran hijos de Urano y Gaya, dioses del cielo y de la tierra respectivamente. Eran
hermanos de los Titanes. Su único ojo era de gran tamaño y estaba situado en el
centro de la frente. A este ojo se le atribuían poderes especiales. Podían desintegrar
cualquier cosa, con solo una mirada.
Según la mitología griega
hubo dos generaciones de cíclopes. La primera generación fue formada por 3 hermanos.
Eran artesanos, constructores y herreros. Ellos forjaron el rayo de Zeus, el casco
de invisibilidad de Hades y el tridente de Poseidón que producía terremotos. Esas
fueron las armas que usaron los dioses para vencer a Cronos y los Titanes. Los
rayos que se convirtieron en el arma predilecta de Zeus fueron forjados por los
tres Cíclopes: Arges ponía el brillo, Brontes el trueno, y Estéropes el
relámpago.
Robert Graves ha sugerido
que los cíclopes podrían haber sido un gremio de forjadores de metal en la Edad
del Bronce que probablemente tenían tatuados en la frente anillos concéntricos
como muestra de homenaje al sol por ser su fuente de energía
La segunda generación de cíclopes
estaba formada por 12 ciclopes, que vivían en Sicilia, eran los descendientes de
Poseidón, y no poseían la habilidad para la metalurgia de sus antecesores. Se dedicaban
al pastoreo en Sicilia, donde vivían sin ninguna ley. El más famoso de estos ciclopes
es Polifemo, uno de los protagonistas de la Odisea de Homero.
Todo esto no son más que
leyendas y nada hay que permita afirmar que en el pasado los seres humanos solo
tuvieran un ojo; sin embargo, si sería lógico pensar que todas estas leyendas
son una forma antigua de referirse a un tercer ojo.
El Cristianismo
Para el cristianismo, el
“Ojo que todo lo ve” es "el Ojo de la Providencia", que penetra todos
los secretos y vigila contantemente a la humanidad. Es el ojo que nos mira, que
nos juzga, que sabe nuestros secretos, debilidades, nuestras intenciones. En la
actualidad, la cultura popular basada en teorías de conspiración, al “Ojo que
todo lo ve” lo interpreta como un eufemismo para referirse a la vigilancia
global, promovida especialmente por las corporaciones que ante el indicio de
que estamos por fuera de las normas establecidas, proceden a castigarnos.
Recién apareció en el
siglo XVI, con el Concilio de Trento, como se ve en el siguiente cuadro de
abajo que representa una escena de Lucas 24: 13-32 donde después de su
resurrección Jesús tiene la cena con dos discípulos.
Pintura cristiana del siglo sexto – fecha 1525, por el artista italiano Pontormo (estudiante de Da Vinci), llamado la Cena en Emaús
Muestra un ojo en el cielo o en el interior de un
triángulo, rodeado por rayos de luz y nubes. El triángulo se ha utilizado
durante muchos siglos para representar a la trinidad cristiana. Los estallidos
de luz y las nubes son de uso común para representar la santidad y divinidad de
Dios. La luz también representa la iluminación espiritual, no sólo la iluminación física.
“Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a
los malos y a los buenos.” (Proverbios)
La creencia en un dios moralista, omnisciente y que
puede castigar a quien no siga sus mandamientos fomenta la cooperación con
desconocidos de la misma religión. La creencia en un ser invisible que nos
vigila para que no violemos las normas permitió la aparición de sociedades
complejas, al evitar que velemos sólo por nuestro propio interés y tengamos
comportamientos altruistas.
A lo largo de la historia se ha utilizado el
simbolismo del ojo para representar una fuerza creadora, benevolente y
vigilante, que ayuda y protege a la humanidad castigando a los que no sigan sus
órdenes. Un dios 'gran hermano' ayuda unir a las personas que no se conocen.
La pregunta, sin embargo, es por qué Occidente ha
sido tan mal informado de este Tercer Ojo y su desbloqueo incluso cuando las
tradiciones orientales las han incorporado en sus prácticas. La respuesta a eso
es el ascenso del cristianismo en el occidente, la práctica y la idea de un
"dios interior" o "tercer ojo" para despertar entra en
conflicto con las enseñanzas cristianas tradicionales de que se necesita la
mediación del sacerdote para acceder a Dios, atreves de la confesión.
El ojo interno, según Platón
La filosofía platónica
concibe que el fin de la educación sea abrir el ojo de la mente, o el ojo del
alma, una forma de percibir desde una profundidad psíquica, desarrollada a
través de la vida filosófica. En La República, Platón señala que “lo que la
educación debería ser, es el arte de la orientación” y que no se debe
“implantar una visión” en la mente, sino simplemente enseñar a ver puesto que,
como los prisioneros en su famosa cueva, muchas veces ni siquiera hemos
desarrollado un ojo (metáfora de la mente) capaz de distinguir las sombras de
la fuente de la luz.
En otras palabras, Platón
nos dice que se debe enseñar a las personas a ver por sí mismas o a pensar por
sí mismas, a ejercer el ojo interno que les permite discriminar la realidad de
las ilusiones. Platón describe fundamentalmente el entrenamiento del ojo de la
mente para percibir la verdad que yace más allá del velo de lo material.
Glándula Pineal
La glándula pineal es uno
de los mayores secretos que se nos han ocultado. El secreto no es que la
glándula exista, el secreto es su función. A los estudiantes de medicina se les
dice que es un órgano en desuso, pero no es así. La glándula pineal es nuestro
tercer ojo, es el órgano a través del cual soñamos e imaginamos y una vez que
está activada también es el órgano que nos conecta a otras dimensiones de la
realidad y desarrollar habilidades psíquicas como la clarividencia o telepatía.
No es difícil saber por
qué razón es un secreto, la respuesta está en la Iglesia Católica después del
Concilio de Trento. ¿Cómo ha subsistido la iglesia? siendo el monopolio de la
religión: ir a misa es el único modo que nos han mostrado para conectarnos con
el plano Divino pero en realidad el Templo para llegar a la conexión Divina
está dentro de cada uno de nosotros.
La glándula pineal tiene
forma de “piña” (el fruto del árbol de pino), por eso se llama Pineal, y se
encuentra físicamente justo en el centro de nuestro cerebro. Es el órgano de
mayor concentración de energía en el organismo, como así también el de mayor
flujo de sangre. Ubicada en el centro del cerebro, la tiene el tamaño
aproximado de una lenteja. Es responsable de la producción de la melatonina, cuya deficiencia se produce por insomnio y depresión,
está presente en algunos alimentos como avena, maíz, tomates, patatas, nueces, arroz
y cerezas. La melatonina es conocida
como la hormona de la juventud.
La pineal secreta una
sustancia llamada DMT (dimetiltriptamina) conocida también como la molécula
espiritual que curiosamente se libera en la fase de movimiento ocular rápido es
decir cuando estamos soñando, es responsable de la visualización de imágenes en
los sueños . Cuando no hay luz, la glándula pineal produce melatonina a partir
de la serotonina.
Está relacionada con la
regulación de los ciclos de vigilia y sueño y sirve para contrarrestar los
efectos del síndrome de diferencia de zonas horarias (jet lag). En el estado
inmediato antes de la muerte, se produce gran cantidad de DMT, por eso se le
atribuye la capacidad de ingresar la consciencia en dimensiones superiores.
Logra estados místicos, es el alucinógeno más potente que se encuentra en la
naturaleza, tiene profundos efectos en la conciencia. La alucinación conduce un
viaje a través del Inconsciente
También se dice que
además de regular aspectos asociados al día-noche, como la temperatura
corporal, y de las estaciones del año, como ciclos hormonales relacionados con
la reproducción, la melatonina es un poderoso antioxidante, que protege a las
células frente al daño causado por los radicales libres, inhibe la síntesis de
ADN en determinadas células tumorales y la muerte celular (apoptosis) en el
timo, glándula encargada de las defensas. Sus niveles de producción
disminuirían con la edad. Por lo tanto, tendría propiedades antienvejecimiento
y anticancerígenas.
Las grandes corrientes
espirituales del mundo antiguo consideraban la glándula pineal como un centro
de poder superior simbolizado por un triángulo luminoso con un ojo en el
centro. Para la religión católica significa el poder de Dios; para la
masonería, la visión de Cíclope. Dentro de la tradición egipcia se la conoce
como el ojo de Horus, y en Asia, como el tercer ojo. En los templos antiguos de
los sumerios y babilonios se tenía la adoración a la pineal e incluso en el
vaticano podemos ver un monumento que tienen en forma de piña o pineal, también
la portan los papas, y en las paredes de las pirámides se encuentran los
jeroglíficos. También encontramos este símbolo en las culturas precolombinas y
polinesias, representando siempre un centro de poder sagrado.
Todo esto nos genera
preguntas como: ¿Qué tipo de conocimientos se tenía en el pasado sobre la
glándula pineal?, ¿Cómo accedió la humanidad a dicha información?, ¿Qué tan
desarrollados estaban en cuanto a su propia conciencia?, ¿Que tan excepcionales
eran las propiedades que brindaba dicho desarrollo como para que sea motivo de
esculturas, relieves y pinturas?
Un aspecto curioso del
desarrollo de la glándula es que en el embrión humano se forma a los 49 días de
gestación, y precisamente 49 días es lo que le lleva al alma reencarnarse, de
acuerdo con el Libro Tibetano de los Muertos.
Simbolismo
El simbolismo durante
mucho tiempo ha sido utilizado por la humanidad para comunicar ideas que mejor
se cristalizaron en una forma compacta. Como dice el dicho muy conocido, una
imagen vale más que mil palabras. Los símbolos esotéricos están vivos hoy como
lo fueron en el pasado antiguo, pero hay mucha confusión en torno a su uso, la
historia, la intención y el significado.
Hoy el ojo que todo lo ve
es más probable que sea visto como un símbolo «Illuminati» de control y vigilancia por parte de las élites
que en gran medida dirigen el espectáculo sobre este planeta en este momento.
Esto se debe a que, con el tiempo, las fuerzas oscuras se han apoderado de los
símbolos esotéricos que durante miles de años se utilizaban para transmitir
positivos mensajes de ayuda, elevación espiritual y principios. El ojo que todo
lo ve es un excelente ejemplo de cómo los símbolos han sido tergiversados.
Conclusión sobre
la importancia del “ojo que todo lo ve” en la antigüedad
Como hemos visto, a lo
largo de la historia ha habido una fuerte tradición a través del tiempo, los
continentes y las culturas en la utilización del simbolismo del ojo que se
encuentra dentro de uno conocido también como el Tercer Ojo, o el Ojo del Alma representando
el acceso a la parte espiritual del hombre. Su transversalidad en diferentes civilizaciones
ancestrales sería prueba de su validez y utilidad de su uso.
Es el instrumento que
disponemos para introducirnos en nuestro propio ser, ver nuestro interior,
viendo claramente nuestras debilidades, nuestros errores, nuestras fallas, y
así, llegar al famoso “conócete a ti mismo”. Con el ojo interno podemos examinar
nuestra conducta, nuestra historia, analizar a quien ofendimos, donde erramos,
que huella dejamos en nuestra sociedad. De ese modo podemos iniciar el camino
de nuestro mejoramiento, de nuestro pulimiento. Ser hombres mejores.
El tercer ojo no es un
ojo físico, no es necesario abrir en medio de la frente un pequeño agujero como
algunas creencias lo hacen. El tercer ojo es algo relacionado con nuestro
cuerpo espiritual y dado que todo posee su reflejo en lo material es a través
de las glándulas pineal y pituitaria que ello es posible.
Se dice que Buda pudo entender
las fuerzas de la existencia y su manifestación en la cadena de la causalidad, luego
de despertar su Tercer Ojo. Aparece una y otra vez en los mitos, esculturas, grabados
y pinturas en las culturas antiguas de todo el mundo. Se representa a menudo en
todo el antiguo Egipto como un solo Ojo incorpóreo. El Tercer Ojo era comúnmente
descrito por los antiguos místicos que experimentaron la luz divina.
“.. en cada hombre hay un Ojo del alma, que … es mucho
más precioso que diez mil ojos corporales, por sí solo es visto la verdad … El ojo
del alma … es solo adaptado naturalmente al ser resucitado y excitado por las disciplinas
matemáticas. “
– Platón, República
El ojo que todo lo ve, es
el reflejo del ojo interno que cada uno de nosotros debe abrir, y mirar. Sin
juzgar, sin criticar, solo para entender, analizar y mejorar.
VIDEO PARTE 3